i tu bebé está a punto de comenzar la etapa de alimentación complementaria, ¡entonces es hora de disfrutarla sobre su silla de comer! Pero, ¿cómo elegir la correcta?
Es importante tener en cuenta que la silla de comer se usa sólo desde que tu bebé es capaz de sentarse por sí solo, es decir, que ya sostiene con firmeza su cuerpo y cabeza. Esta etapa se da, generalmente, entre los 6 meses y los 3 a 4 años de edad.
Cada vez que tu pequeño haga uso de su silla, es importante que esté en compañía de un adulto, aunque esté usando su cinturón o arnés de seguridad, característica que debe tener una silla para entregarle mayor protección a tu pequeño.
Otro punto que debes tener en cuenta, es de qué está hecha la estructura, pues así te dará la seguridad de que es firme y resistente para sostener a tu pequeño. Siempre fíjate que el tamaño de la base de la silla de comer sea mayor a la parte superior, así evitarás que tu bebé se vuelque por falta de estabilidad.
Opta por sillas que tengan sus bordes redondeados y terminaciones suaves, así protegerás a tu pequeño de cortes o golpes con esquinas.
También debes considerar la altura. Hay sillas que te ofrecen la opción de adaptar la altura, permitiéndote usarla por más tiempo. ¡No te olvides de revisar si tiene dispositivos para asegurar la altura elegida!
¡Tu espacio también es importante! En el mercado podemos encontrar una gran variedad de sillas, pero debes considerar de cuánto espacio dispones para tener la silla sin entorpecer el flujo en tu hogar. En caso de espacios pequeños, una silla plegable es la opción perfecta, pues te permite guardarla luego de cada uso, sin necesidad de usar mucho espacio.
Y si la silla que te gusta tiene ruedas, ¡entonces procura que tenga frenos! Las ruedas te ayudarán mucho a mover de forma fácil la silla dentro de tus diferentes espacios, pero una vez que tu bebé esté sobre ella, lo recomendable es tener la silla con su freno activado para evitar desplazamientos accidentales.
Pero si te encanta salir con tu bebé, entonces una silla portable es una excelente opción. Este tipo de sillas es fácil de llevar a cualquier lugar. Sólo debes fijarla a una silla de adulto, ¡y listo!
También existen las prácticas sillas de comer convertibles. Este modelo es muy útil para alimentar a tu pequeño, ¡pero también puedes convertirla en mesa cuando tu bebé crezca! De esta forma, la vida útil del producto se extiende mucho más allá ofreciéndote distintas alternativas de uso.
¡Y no te olvides del material! Elegir una silla fácil de limpiar te será de gran ayuda para mantenerla en perfectas condiciones por mucho más tiempo.
¡Cuidamos lo que más amas!